¿Qué son los KPI?
En cualquier empresa, saber si las cosas van bien o mal requiere más que intuición. Hace falta medir, analizar y comparar. En logística —donde cada minuto, cada kilómetro y cada error cuentan— esto es aún más importante. Aquí es donde entran en juego los KPI, un concepto que se escucha a diario pero que muchas veces no se entiende del todo.
11/9/20253 min leer
KPI son las siglas de Key Performance Indicator, que en español se traduce como Indicador Clave de Desempeño. En palabras simples, un KPI es una medida numérica que sirve para evaluar si una empresa, un departamento o un proceso está alcanzando sus objetivos.
Por ejemplo, si el objetivo de un almacén es mejorar la rapidez de las entregas, un KPI podría ser el tiempo promedio de preparación de pedidos. Si una empresa de transporte busca reducir gastos, puede usar como indicador el coste logístico por pedido entregado.
Los KPI permiten saber qué está funcionando, qué no y dónde hay oportunidades de mejora.
La logística implica muchas variables: transporte, inventario, pedidos, proveedores, devoluciones, etc. Sin datos, es imposible controlar la operación o detectar cuellos de botella. Los KPI convierten esa complejidad en información útil y visual, facilitando la toma de decisiones.
Un sistema de indicadores bien definido permite:
Medir la eficiencia real de cada parte del proceso (almacén, transporte, compras, etc.).
Detectar errores o retrasos antes de que afecten al cliente.
Comparar resultados con semanas o meses anteriores.
Alinear al equipo con los objetivos de la empresa.
Tomar decisiones basadas en datos, no en suposiciones.
En resumen, los KPI son como el tablero de control de un vehículo: te dicen cuándo acelerar, cuándo frenar y cuándo ajustar la ruta.
¿Por qué son tan importantes los KPI en logística?
¿Qué significa KPI?
No todos los indicadores miden lo mismo. Existen distintos tipos según su propósito:
KPI estratégicos: se enfocan en los grandes objetivos del negocio. Ejemplo: nivel de satisfacción del cliente o rentabilidad de la operación logística.
KPI operativos: miden tareas diarias y resultados concretos, como el tiempo de carga de camiones o el porcentaje de entregas a tiempo.
KPI de calidad: controlan la precisión y los errores. Por ejemplo, el número de pedidos entregados con incidencia o el porcentaje de devoluciones por error en picking.
KPI de coste: analizan el gasto asociado a la operación logística, como el coste de transporte por unidad o el coste de almacenamiento por metro cuadrado.
Cada empresa debe definir los suyos según sus metas, tamaño y tipo de operación.
Tipos de KPI
Ejemplos de KPI logísticos
A continuación, algunos de los indicadores más utilizados en el sector logístico:
Tasa de entregas a tiempo (On-Time Delivery): mide el porcentaje de pedidos que llegan al cliente dentro del plazo acordado.
Exactitud del inventario: compara el stock físico con el registrado en el sistema.
Tiempo de ciclo del pedido: mide cuánto tarda un pedido desde que se recibe hasta que se entrega.
Coste logístico por pedido: refleja el gasto total (transporte, almacenaje, personal, etc.) dividido entre el número de pedidos.
Rotación de inventario: muestra cuántas veces el inventario se renueva en un período determinado.
Nivel de servicio al cliente: indica la proporción de pedidos completos y sin errores frente al total recibido.
Estos KPI no solo muestran resultados, sino que también permiten predecir tendencias y prevenir problemas futuros.
Cómo usar los KPI para mejorar la logística El verdadero valor de un KPI no está en medir, sino en actuar sobre los resultados. Una vez definidos, deben revisarse periódicamente y comunicarse al equipo. Así, todos saben hacia dónde apuntan los esfuerzos y cómo sus tareas impactan en los resultados globales. Las empresas más avanzadas usan paneles digitales o dashboards donde los indicadores se actualizan en tiempo real. Esto permite reaccionar rápidamente ante desviaciones, identificar tendencias y priorizar decisiones. Además, comparar los KPI entre distintas etapas del proceso ayuda a ver si los problemas vienen del transporte, del picking, del inventario o del flujo de información.
Conclusión: medir para mejorar
Los KPI son la brújula de la logística moderna. Permiten transformar datos dispersos en decisiones concretas y aportan transparencia a toda la operación. Una empresa que mide bien es una empresa que mejora constantemente.


